martes, 27 de noviembre de 2007
BIOGRAFIA DE BONET, JUAN PABLO
Educador de sordomudos y primer publicista de una obra sobre el arte de enseñar a los mismos; los posteriores tratadistas y maestros de esta enseñanza nacionales y extranjeros se apoyaron en su doctrina para perfeccionarla y lograr métodos más adecuados.
Biografía
1579 - 1633
Vida
Juan Pablo Bonet nació el 5 enero de 1579 en Torres del Castellar (Zaragoza).
Llegó a la Corte a temprana edad.
Se alistó como soldado y peleó contra los piratas berberiscos, así como en las luchas de Felipe III por el dominio del Milanesado y Saboya.
En 1607 entró al servicio del condestable Juan Fernández de Velasco, en calidad de secretario, y contrajo matrimonio con Da Mencía de Ruicerezo.
Muerto el condestable en 1615, pudo observar cómo un hijo del mismo, sordomudo desde los dos años, era educado por Manuel Ramírez de Carrión, que logró que aprendiera a leer, escribir y hablar con facilidad.
Pero Carrión fue obligado a ocuparse exclusivamente de otro alumno sordomudo, el marqués de Priego, y entonces fue cuando se ofreció Bonet para continuar la labor de aquél.
Después se entregó a la política y a la diplomacia, para lo que reunía grandes dotes y un especial interés.
Estuvo en Roma y a la vuelta se le nombró consejero de Su Majestad y secretario del Consejo Supremo de Aragón.
Fue presidente del brazo de los hijosdalgo en las Cortes de Barbastro y Calatayud.
Murió el 2 febrero de 1633 en Madrid.
Obra
Su libro:
- Reducción de las letras, y arte para enseñar a hablar los mudos, fue dedicado a Felipe III y publicado en Madrid por Francisco Abarca en 1620.
Hay en él dos partes principales:
- El tratado de la reducción de las letras, de interesante valor para los estudios de fonética.
- El arte de enseñar a hablar a los mudos.
Después inserta un:
- Tratado de las cifras, en el que indica "Cómo se leerá un papel escrito en cifra sin la contracifra, y qué advertencias son necesarias para que no pueda leerse".
Le sigue un:
- Tratado de la lengua griega, con el que pretende enseñar fácilmente a leer los caracteres griegos, y pide que, siguiendo su método, se enseñe a leer griego en las escuelas.
Cierran la obra unas:
- Advertencias para valerse de este Arte para enseñar a hablar los mudos las naciones extranjeras.
Para Bonet, la enseñanza de los mudos se basa en que la nominación de nuestras letras es tan sencilla que puede ser demostrativa y, mediante estas demostraciones, que el mudo puede comprender incluso mejor que los que no lo son, rápidamente se conocerán las letras.
Pero antes de llegar a este momento hay que lograr esa nominación sencilla de las letras, que no es la usada normalmente.
A tal fin se debe realizar la que él llama reducción de las letras. Son éstas, en los idiomas latinos, cinco vocales y 17 consonantes.
Las primeras son sencillas de por sí, pero a las otras hay que quitarles su complejidad.
Muestra cómo se articula cada una de ellas y de ahí deduce que cada consonante debe pronunciarse como un sonido puro, y no acompañada de ninguna vocal.
Enseñadas así las consonantes, no habrá necesidad posterior de aprender a juntarlas, salvo el caso especial de algunas como la C, de la que habrá que mostrar los conjuntos CA, CO, CU por una parte y CE, CI por otra.
Con tal método, el mudo aprenderá bien y los niños no defectuosos sabrán hacerlo en menos tiempo del que se emplea normalmente, sin dificultades, sin aburrimiento, con sentido y en una progresión natural.
Bonet colocó el elemento palabra en primer término de la pedagogía del mudo.
Dio el uso debido a la mímica, prescindiendo de ella en cuanto el alumno conocía la lengua.
Proporciona al mudo la noción de los contrastes, mediante una intuición clara.
Y, de acuerdo con la base experimental de su enseñanza, prescribía el enseñar a contar mediante conjuntos de garbanzos, a los que luego sustituiría la cifra y su representación en letras.
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